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Instituto Nacional de Estudios de Teatro

Peter Handke en el teatro argentino

Ha sido galardonado con el Premio Nobel de Literatura 2019 el autor austríaco Peter Handke, dramaturgo, poeta, ensayista y novelista nacido en 1942. Relevamos la presencia de su obra en los escenarios argentinos

Sus primeros experimentos teatrales, Insultos al público (1966) y Gaspar (1968), obtuvieron gran éxito. A esas obras dramáticas le siguieron El Pupilo quiere ser tutor (1969), Profecía, Autoacusación, La cabalgata sobre el lago de Constanza, Sobre las aldeas (1982), El juego de las preguntas (1990) y El tiempo en que no nos conocías (1992). Su dramaturgia se inscribe en el teatro posmoderno, en sus obras los personajes carecen de rasgos de la identidad humana, no se encuentran insertos en un contexto histórico, son meras entidades portadoras de discursos.

Sus obras tiene una circulación temprana en Buenos Aires. Su primera obra, Insultos al público, fue puesta en escena en el Aula Magna de la Facultad de Medicina de la UBA en octubre de 1971 por el elenco del Teatro Goethe de Córdoba, trasladándose luego al Teatro El Globo, con dirección de Cheté Caviaglato (a esta puesta corresponde la foto que acompaña esta publicación). Esta obra se caracteriza por ser una extensa alocución dirigida al público por un conjunto de actores en forma indistinta, quebrando la convención del teatro realista. No se desarrolla ninguna acción más que esta apelación, la intriga es mínima, y el espectador es llevado a reflexionar sobre el teatro en sí mismo, sobre lo que es el teatro. De esta puesta es la fotografía que acompaña esta nota.

Sus dos siguientes obras, Gaspar y El pupilo quiere ser tutor, fueron presentadas en 1973 por la compañía española en gira dirigida por José Luis Gómez en el Teatro Coliseo. Al año siguiente, se estrenó El Pupilo quiere ser tutor se estrenó en el Teatro Payró, con la actuación de Carlos Moreno y Héctor Bidonde, y dirección de Oscar Cruz. El mismo grupo la repuso en 1977 en el Teatro Olimpia. En esta obra, sus dos personajes no profieren sílaba alguna, no dialogan entre ellos; las palabras se tornan innecesarias en el proceso de comunicación, sólo la mirada tiene ese efecto. Cada mirada del Tutor ejerce la cohersión sobre el Pupilo, que responde modificando su conducta, formando así una secuencia de comunicación. La obra se estructura en secuencias que giran alrededor de una acción propia de la vida cotidiana (comer una manzana, preparar café, etc.) entrelazadas por la relación sumisión-poder que se establece entre el Pupilo y el Tutor.

Gaspar fue puesta en escena en 1984 con la actuación de Francisco Cocuzza y la dirección de Héctor Possetto. Se repuso con el nombre de Kaspar, con dirección de Roberto Aguirre traducida y protagonizada por Gustavo Böhm, en la Asociación Argentina de Actores en 1994. Esta obra toma la historia de Kaspar Hauser, un chico de dieciséis años que en 1828 apareció en Nüremberg en estado salvaje y fue sometido a un procedimiento educativo que culminó con su asesinato en 1833. Handke demuestra es su obra el desarrollo del proceso de adquisición del lenguaje y la conformación del pensamiento en el ser humano. Al adquirir el lenguaje, Gaspar adquiere conciencia de su propia existencia y del sinsentido de lo aprendido, lo que lo ubica en una situación de desamparo frente a la realidad.

Laura Mogliani