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Instituto Nacional de Estudios de Teatro

La importancia de la fotografía en la investigación

La fotografía teatral habla, y nos cuenta como era el maquillaje de los actores, las características del escenario y la escenografía, nos describe la grandeza o la sencillez del vestuario, y en algunos casos nos sugiere la grandilocuencia de las interpretaciones.

Para comenzar a hablar de la fotografía teatral, creo oportuno transcribir los conceptos manifestados en el prólogo de “El semblante de la escena” edición publicada por Andrés Peláez Martín, que en ese momento era Director del Museo Nacional del Teatro de Almagro, España:

“El reconocimiento de la fotografía como documento imprescindible y testigo fundamental de la historia es un hecho obvio y es indiscutible su consideración como manifestación artística. Resulta sorprendente que las fotografías de teatro sean un tema tan poco contemplado en las múltiples exposiciones y publicaciones que sobre la imagen existen en la actualidad, máxime si consideramos que uno de los escenarios más agradecidos al ojo de cualquier cámara es el teatral.
El fotógrafo se encuentra con personajes acostumbrados a posar, a disfrazarse, a maquillarse... y con escenarios ya compuestos.”

En estos tiempos, donde los medios audiovisuales han llegado a una perfección tal que podemos almacenar una obra de teatro completa en un pequeño dispositivo, y acceder hasta el mínimo detalle, de interpretación, vestuario, escenografía, etc., parecería que una imagen estática, amarilleada por el tiempo, y muchas veces deteriorada, nos sirve de muy poco. Sin embargo, es la única referencia visual que poseemos de un pasado, que en la Argentina se vio caracterizado por su riqueza teatral.

La investigación que llevan a cabo los especialistas en teatro, se basa fundamentalmente en las críticas de los espectáculos, notas y comentarios periodísticos, en la información contenida en los programas de mano, en los bocetos escenográficos y figurines, pero tal vez la fuente más completa para sus investigaciones la encuentran en las fotografías.

La fotografía teatral habla, y nos cuenta como era el maquillaje de los actores, las características del escenario y la escenografía, nos describe la grandeza o la sencillez del vestuario, y en algunos casos nos sugiere la grandilocuencia de las interpretaciones. Inclusive podemos observar como a través de los años, fueron cambiando las posturas y las expresiones de los actores, según las épocas en que les tocó actuar.

El archivo fotográfico del Instituto Nacional de Estudios de Teatro - INET

Al crearse el Instituto Nacional de Estudios de Teatro en el año 1936, uno de los objetivos que se propuso la comisión fundadora, fue recolectar la mayor cantidad de documentación que permitieran en un futuro, reconstruir fielmente los orígenes y desarrollo del teatro nacional. Para ello se recurrió a las figuras y entidades de la escena, solicitándoles que aportaran aquellos documentos personales que sirvieran para iniciar el archivo.

Estos actores, actrices, empresarios teatrales, teatros, comenzaron donando al INET, sus fotografías personales o en personajes, escenas teatrales, etc., de esta forma se empezó a organizar un archivo fotográfico, que fue creciendo a medida que aumentaban las donaciones.

En algunos casos como la familia Podestá, cedieron al instituto gran cantidad de material de sus comienzos en el histórico circo criollo de Don Pepe Podestá, fotografías de 1885, que son un verdadero testimonio.

También ha sido importante la contribución de la Casa del Teatro, el hogar donde muchos actores pasaron sus últimos años allí, y al fallecer, sus fotografías (todo actor tiene su colección personal) fueron cedidas para el archivo del Instituto.

Otro fundamental aporte de fotografías, fue el que realizaron los dueños de la casa fotográfica Bixio Hnos. al cerrar definitivamente su estudio, en donde durante años se retrataron las principales figuras del ambiente artístico. Esta importante casa de fotografía fue fundada por Florencio Bixio, de quien hay muy poca información, se sabe que era de origen italiano y que llegó al país alrededor de 1896, tras residir un tiempo en Uruguay. Fundamentalmente se dedicó a los retratos de estudio aplicando la técnica de ese momento, que era los negativos de colodión seco y copias a la albúmina.

Otra gran fotógrafa de artistas fue Annemarie Heinrich, nacida en Darmstadt (Alemania) en 1912, llegó a La Argentina junto a su familia en 1926, iniciando su formación fotográfica a los 14 años en Gualeguaychú (Entre Ríos) ayudando a su tío Wilhelm.

Admiradora del fotógrafo de Hollywood George Hurrell, a fines de la década del 20 se propuso convertirse en fotógrafa del espectáculo. En 1930 abrió su primer estudio en Buenos Aires y comenzó a trabajar para revistas y a fotografiar a las importantes figuras locales y extranjeras que actuaban en el Teatro Colón. A partir de 1937 fue solicitada por el cine como fotógrafa permanente de publicidad y escenas con primeras figuras, tarea que realizó por dos décadas.
Durante cuarenta años fue una consagrada fotógrafa de artistas, actores, actrices, músicos y bailarines. Sus fotos fueron también tapa de las revistas Antena y Radiolandia, en donde inmortalizó la juventud de las principales figuras de la escena nacional argentina.

En 1956, fue contratada para realizar las fotos del pressbook del American Ballet Theatre de Nueva York.
Existieron otros importantes profesionales especializados en la fotografía teatral, como Serge Nan, Sivul Wilenski, quien trabajó durante años para la revista Sintonía, Kreisler, Juan Zuretti, entre otros.

Mas cercana a estos tiempos, podemos mencionar a Julie Weis, destacada fotógrafa argentina de amplia trayectoria como artista, curadora y docente. Fue quien fotografió las obras de teatro que se presentaron en el mítico y recordado movimiento de Teatro Abierto en 1981. Algunas de esas imágenes fueron publicadas en su libro Fotografías de Teatro Abierto (2011) y en su sitio web www.julieweisz.com.ar
Gracias al generoso aporte de todos aquellos que han tenido que ver con el quehacer teatral argentino, el INET posee en la actualidad un archivo de 15.000 fotografías, que se incrementa día a día.

Por Susana Arenz
Licenciada en Bibliotecología y Documentación. A cargo del Archivo Histórico Documental del INET