Paquita Bernardo, en su corta vida, fue una gran pionera del tango y pueden destacarse en ella tres facetas. La primera refiere a que fue la primera mujer argentina que se destacó como bandoneonista, un instrumento típicamente masculino hasta ese momento. Comenzó estudiando piano en el Conservatorio de Catalina Torres en 1915, y allí descubre el bandoneón gracias al maestro José Servidio, comenzó estudiandolo sola, y luego sus instructores fueron los maestros Chumbita, Pedro Maffia y Enrique García. En segundo lugar, se la puede destacar como compositora de tangos, entre los que se destaca “Floreal”, su primer tango, grabado por Juan Carlos Cobian, “La enmascarada”, grabado por Carlos Gardel, los valses “Villa Crespo” y “Cerro Divino”, “Cachito”, tango grabado por Roberto Firpo, y “Soñando”, tango con el que se presenta en 1924 en el concurso de tangos “Disco Doble Nacional” organizado por Max Glucksman, y en el que obtiene el premio ACCESIT, entre 180 participantes, siendo la única mujer entre éstos. Y en tercer lugar como directora de orquesta típica, ya que dirigió un sexteto formado por hombres, en el que se inició Osvaldo Pugliese. Lamentablemente no podemos saber cómo sonaba su orquesta, porque nunca grabó. Cabe destacar que la orquesta típica porteña no incluyó mujeres en su formación durante décadas, por lo que el caso de Paquita es muy significativo. A los 17 años ya generaba conmoción amenizando casamientos y bailes populares en su barrio de Villa Crespo, y con su trío “La Paquita” actuaba en hospitales y asilos de barrios vecinos. Debutó oficialmente en el teatro Argentino de La Plata hacia 1920, formando parte del sexteto de José Junissi, actuando en los entreactos de las obras de los sábados y en funciones de beneficencia organizadas por los gremios de trabajadores de Capital y en Gran Buenos Aires, de allí el reconocimiento que de ella hicieran como “la concertista de los obreros”. Con su sexteto, denominado “Orquesta Paquita” debutó en el Café Domínguez (Corrientes 1537) en 1921, con Osvaldo Pugliese al piano, con un público entusiasmado y sorprendido al ver una mujer tocando públicamente un bandoneón, luego se presentó entre 1922 y 1924 en bares y salones de Buenos Aires, entre ellos este Bar San Bernardo (según una de las dos biografías consultadas), los bares “La Paloma” y “La Glorieta”, de Villa Crespo, y en el bar “La Terraza”, del Balneario Municipal. Se presentó también en 1923 en Montevideo, en la Confitería 18 de Julio. El 10 de diciembre de 1924 debutó la orquesta “Paquita” en el teatro Smart, con la cia. Blanca Podestá, hasta fines de febrero de 1925.
En sus inicios, para ayudar a la economía familiar trabajó un breve tiempo en la fábrica de medias Smut y como chalequera, pues eran 10 hermanos. Ya como música, fue el padre de Paquita, más que la legislación, quien le impuso condiciones laborales. Debía trabajar no más de tres horas por día y en un mismo sitio, y descansar un día a la semana. Recordemos que el Código Civil (1869) determinaba que las mujeres hasta los 22 años debían contar con la autorización del marido o del padre para hacer ejercicio de sus derechos, para educarse, profesionalizarse o trabajar, Paquita necesitó de la autorización paterna para ganar dinero con su bandoneón.
Paquita Bernardo y el INET
La importancia de Paquita Bernardo para el patrimonio del INET consiste en que en diciembre de 1993, su familia donó al Instituto Nacional de Estudios de Teatro. su bandoneón, una billetera, y diversos documentos relativos a ella, como partituras, discos, fotografías, artículos periodísticos (tanto de su época como reconocimientos posteriores), programas, poemas y homenajes dedicados a ella a lo largo de los años, etc. Y el año pasado, justamente con motivo de cumplirse quince años desde que en 2009, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) declaró al tango rioplatense Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, la Subsecretaría de Patrimonio Cultural a cargo de la Lic. Liliana Barela, ha desarrollado un ciclo de actividades denominado “Tango es Patrimonio”. En ese marco, en el Instituto Nacional de Estudios de Teatro inauguramos una exposición transitoria en nuestra Sala de Exposiciones dedicada al destacado material vinculado al tango que cuenta el INET en su patrimonio. La exposición se centra en mostrar los materiales originales del acervo del INET vinculados al tango en general y a las fundamentales figuras de Carlos Gardel y Paquita Bernardo en particular. Así, hemos dedicado a Paquita Bernardo una vitrina especial, en la que exhibimos su bandoneón original, su billetera con su nombre grabado y tres fotografías de ella.
La muestra está abierta de lunes a viernes de 9 a 18 hs, y es de entrada gratuita.
Adjuntamos a esta nota algunos de los objetos y documentos de la donación de los familiares de Paquita Bernardo, como su bandoneón; su billetera; fotografías y retratos, el disco de su tango “La enmascarada”, grabado por Carlos Gardel; partituras de sus tangos "Soñando" y "Cachito".
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