Para ver el film digitalizado Pericón Nacional (Enrique Lepage, Argentina, 1906)
Dentro de los materiales audiovisuales con que cuenta el INET, se destaca por su valor patrimonial, un film silente denominado “Pericón Nacional", de una duración aproximada de 7:30 minutos. Es un rollo de nitrato de 35mm, producido por la casa Lepage y datado en 1906. El nitrato es un tipo de soporte se corresponde con el primer período de la historia de la cinematografía mundial. Este valioso film, ya subido a nuestro canal institucional de Youtube, fue digitalizado en febrero de 2021 gracias al trabajo de Laura Gómez Gauna en el marco de la beca Activar Patrimonio, lo que permitió visualizarlo y exhibirlo en el ciclo de charlas virtuales organizado por el INET en 2021.
El film “Pericón nacional” fue producido especialmente para representar a la Argentina en la Exposición Universal de Milán, de 1906, y, constituye un exponente temprano de nuestra cinematografía con un valor fundamental tanto para la historia del teatro como del circo criollo, el cine y, la danza nacional.
En el film, la danza del pericón fue dirigida por el actor Alfredo Merlo, quien incorporó el personaje teatral de Cocoliche, el cual formó parte de las representaciones teatrales de “Juan Moreira”, de Gutiérrez Podestá desde su versión de 1891. En la cinta, este personaje cómico, un inmigrante acriollado que hacía gala de sus destrezas criollas mientras exhibía su ineficacia absoluta en el manejo de las mismas: intenta tomar mate (quitando la bombilla y toma desde el mismo mate), y bailar pericón. Este personaje se hizo tan famoso que, por él se llamó cocoliche al peculiar lenguaje que usaba en escena, el cruce entre el italiano y el castellano.
La identificación del film no fue fácil y requirió de una exhaustiva investigación gracias a la cual, podemos inferir que la cinta hallada en el INET coincide con la descripción del film silente Pericón Nacional, filmado en 1906 por la Cía. Lepage, y que se describe en la Revista Fotográfica Ilustrada del Rio de la Plata Nº154 de junio de 1906, donde se señala que es el segundo que la firma ha producido, filmando esta misma danza. El primero, que el artículo menciona fue copiosamente difundido por el mundo y presentado ante los Reyes de Italia y España. Según Maranghello (2005: 16) este film que presentaba el pericón bailado por toda la familia Podestá fue filmado por Alberto Martínez con una cámara Lepage, en 1903. Sin embargo, según la compilación Historia de los primeros años de cine en la Argentina, (Caneto y otros, p.62), este primer film fue estrenado, en realidad, el viernes 16 de mayo de 1902 en el Cinematógrafo del Teatro Nacional. A su vez, la nota de El Diario del 19 de junio de 1902 menciona que se repetirá su exhibición al día siguiente, y en la nota del 21 de junio se subraya el éxito de esta presentación. Los autores relevan también que el 9 de mayo de 1903 se publicó en El Diario una nota diciendo que este film se había presentado en Londres con gran éxito y que en esa misma gira europea se había presentado El pericón nacional en Inglaterra, España, Francia e Italia, destacando su presentación ante las cortes española e italiana.
Debido al éxito de su primera versión, la Cía. Lepage produce una segunda versión, que es la presentada en este trabajo, y que había sido solicitada expresamente por el representante del Gobierno Italiano para exhibirla en la Exposición de Milán, esperando obtener un mayor triunfo aún que con el primero. Para esto, dedica grandes esfuerzos para “reunir un nuevo núcleo de artistas nacionales, que previos ensayos numerosos y pacientes observaciones, han representado gráficamente un segundo PERICON”, dirigidos por el primer actor Alfredo Merlo.
La diferencia principal con la primera versión fue la incorporación al film del personaje del “Cocoliche”, mencionado anteriormente, una “mezcla de criollo y napolitano que con todas sus chocarrerías y comicidades hace la delicia de la concurrencia”. Este personaje logra dotar al film de mayor teatralidad y comicidad, desarrollando escenas cómicas tanto antes como durante el desarrollo de la danza. Según la nota, luego del pericón se bailaba una firmeza, otra danza folklórica rioplatense. También en la nota citada, se sugiere que para “ilusión del cuadro”, una persona se colocaría en un sitio conveniente y daría las voces de mando “para más rigurosidad histórica”. Para esto, la revista reproduce las veinteseis voces de mando que pronunciaba el actor Alfredo Merlo.
La descripción de las acciones que brinda la revista mencionada, coincide con las escenas que se pueden observar en el film digitalizado. Y el film incorpora, además, escenas en las que llegan a caballo los bailarines y se desplazan en carros.
Ahora vayamos a la investigación desde el campo teatral, del circo criollo y de la danza, relevando los antecedentes teatrales del pericón.
El pericón nacional es una danza que en 1889 se incorporó a las representaciones de Juan Moreira en reemplazo del gato en la secuencia costumbrista del segundo acto. Al fin de una de las representaciones de Juan Moreira en Montevideo, José Podestá conoció a Elías Regules (padre), quien le sugirió el cambio del gato por el pericón, una danza que se bailaba en la campaña uruguaya, desconocida en la Argentina, y que Regules consideró “más apropiada y de mayor efecto para la fiesta campestre del drama” (Podestá, 1930: 57), lo que señala que el objetivo del cambio fue el aumento de la espectacularidad escénica. Como la compañía también la desconocía, Regules les enseñó personalmente la danza, junto con un grupo de guitarreros orientales que conocían la música, y esa misma noche lo estrenaron ante el público. El pericón se encuentra presente en la versión de la obra de 1891 encontrada y publicada por el INET (Podestá, 1986). Moreira participa junto con otras parejas de paisanos del baile del pericón conformando la figura de la rueda, durante la cual Moreira “le pide a un paisano una bolada de aficionado”, y las diferentes parejas intercambian versos (las “relaciones” correspondientes). En 1893, también en Montevideo, Alberto Palomeque le informó a José Podestá que había visto que al bailar el pericón en Tacuarembó, los bailarines realizaban una figura en la que formaban guirnaldas y la bandera nacional con pañuelos blancos y celestes, y le sugirió que incorpore esta modalidad. La compañía ensayó esta modalidad y a partir de ese momento quedó incorporada la figura del “pabellón patrio” al pericón de las representaciones de Juan Moreira. Nuevamente, el motivo de esta incorporación fue la intención de aumentar la espectacularidad, dado que Palomeque le aseguró que esta figura era de “mucho efecto” (Podestá, 1930: -88-89), así como la exaltación del emblema patrio, que coincidía con el espíritu criollista que sustentaba Podestá. Pepe Podestá compuso “por esa época” (1896-1897) además unos versos para las voces de mando del Pericón, “para darle novedad escénica”, que publicó en su autobiografía (1986:105-107).
En dicha versión de Juan Moreira, de 1891, es donde también se incorporó a la escena el personaje del “Nápoles Francisco”, quien “entretiene a los paisanos contándoles sus conocimientos y negocios” (Podestá, 1986). Según las memorias de José Podestá (1930: 62), éste fue un personaje creado a partir de una improvisación de Celestino Petray, quien imitó a un inmigrante calabrés cuyo nombre era Antonio Cocoliche.
Aunque en 1893, por un fallo judicial referente a los derechos de autor de las obras, se le prohíbe a la Cía. Podestá representar Juan Moreira y Juan Cuello, el baile del pericón también estaba presente en la obra Martín Fierro (1890) adaptación de Elías Regules del poema de José Hernández, en la fiesta con la que se celebra un bautismo. También estaba presente en la obra ¡Cobarde! (1894), de Víctor Pérez Petit, en la escena XXIII, con el personaje de Pedro funcionando como bastonero, dando la voz de mando para las diferentes figuras y pasando cada pareja por turno a recitar los versos correspondientes. Además, en Julián Giménez (1891), de Abdón Arózteguy, el personaje de Carolina, seguramente interpretado por María Podestá por sus dotes de cantante y guitarrista, toca en la guitarra un pericón.
Entre 1901 y 1902, años en los que Lepage filmó su primera versión cinematográfica de El pericón nacional, aunque no figura Juan Moreira en su repertorio en el Teatro Apolo, sí la compañía de Pepe Podestá presentaba Martín Fierro (3 funciones) y ¡Cobarde!, (19 funciones en 1901 y 9 en 1902) por lo que sus actores continuaban bailando en escena el pericón, y podrían haber sido convocados para actuar en aquella película (Podestá, 1986: 135-139), aunque no hemos encontrado ninguna evidencia histórica de esto. En 1906, año en el que se filmó la versión que nos ocupa, la compañía de Pepe Podestá continuaba en el Teatro Apolo, con un repertorio que no contaba con ninguna de estas obras gauchescas, sino otros dramas, sainetes, comedias y zarzuelas. Pero aquellas obras continuaban en el repertorio de otras compañías de circo criollo, como la del Circo Rafetto, a la que perteneció seguramente Alfredo Merlo, hipótesis que sustentamos debido a que las fotografías obrantes en el Archivo del INET han sido donadas por la flia. Raffetto.
Este film es de un valor fundamental tanto para la historia del teatro como del circo criollo, el cine y la danza nacional. Ya que por un lado, el teatral y del circo criollo, presenta la danza del pericón nacional, incorporada en 1889 a las representaciones de Juan Moreira, de la Cía. Podestá, en la que se destaca la presencia del personaje de Cocoliche, incorporado a la misma puesta desde 1891. Y por otro, del cinematográfico, es un antecedente de los films de ficción, cuyo inicio se establece en el cine argentino con La Revolución de Mayo de Mario Gallo en 1910. Y en cuanto a la historia de la danza, permite la reconstrucción histórica de cómo era la coreografía del pericón en 1906.